La saga Ghost de Brooks Running es una de las más exitosas y populares de la firma norteamericana. El abanico de corredores que la usan para corer sobre asfalto, e incluso que se atreven con los caminos de tierra, es tan amplio, que podrían cerrar el cupo de dorsales disponibles de cualquier carrera de participación masiva. Y es que la Ghost se ha ganado esa etiqueta de ser una opción que siempre funciona y responde para corredores de pisada neutra, y también para pronadores leves. Así se llega a la novena version de las Brooks Ghost, y que viene con ciertos cambios con respecto a su predecesora, la Brooks Ghost 8.
Antes de arrancar con sus novedades más destacadas, hay que subrayar que en las Brooks Ghost 9, las apariencias engañan. Y esto viene a colación porque, en esta occasion, Brooks Running se aleja de la tendencia actual del mercado, en el que dominan los modelos más llamativos con mucho color. La Ghost 9 parece nadir a contracorriente, porque la estética tiene marcado acento retro, y de corte clásico. Además su elevado drop (12 mm), cuando la mayor parte de las marcas está apostando por drop inferiores (por debajo de los 10 mm), le confieren a la zapatilla un aspecto más robusto, que te lleva a pensar que se trata de un modelo muy pesado. Sin embargo, en este punto radica la primera gran sorpresa de las Brooks Ghost 9. Como subrayan en Brooks, este modelo se sitúa en unos increíbles 260 gramos (307 gramos para talla 9,5 USA).
Como no podia ser de otra manera, las nuevas Brooks Ghost 9 también incorporan el exclusivo sistema de amortiguación adaptativa con el BioMoGo DNA, gracias al cual este modelo garantiza reactividad y máxima comodidad. Se trata de una espuma que minimiza los impactos, y que, al mismo tiempo, es capaz de recuperar su forma original con el propio movimiento del pie. Esto viene a decir que a mayor presión en cada zancada, y a más velocidad, la espuma BioMoGo DNA tiende a endurecerse, con el efecto inmediato de que el corredor tiene que iniciar la fase de despegue con mayor rapidez.
Este sistema de amortiguación ya se ha visto en modelos icónicos de Brooks Running, tales como en las Ravenna, Launch, Adrenaline GTS o PureFlow, entre otros. Y por lo visto y probado hasta el momento, funciona.
Otras de las líneas generales de Brooks está siendo la de crear modelos más anchos, y con más espacio, en pos de lograr una mayor estabilidad. Y las Ghost 9 no son la excepción que confirma la regla. La apuesta por innovadoras tecnologías, en detrimento de dar una mayor vistosidad a la estética de la zapatilla es más que evidente. Brooks vuelve a repetir con la tecnología Segmented Crash Pad, una almohadilla que contribuye a ejecutar transiciones más suaves.
Entre las novedades de la Brooks Ghost 9 se encuentra su upper. Confeccionado con Engenieered Mesh, la malla cuenta con unas partes más abiertas, que contribuyen a una mayor ventilación, y con otras más cerradas que permiten reforzar el apoyo del pie. Sin embargo, en la Ghost 9 llama la atención la fina y ligera estructura termosellada del empeine, que reemplaza las tiras sintéticas de las Brooks Ghost 8.
La suela de la Brooks Ghost 9 apenas presenta variaciones con respecto a us antecesora. Aquí, el diseño multi-taco (Omega Flex Groves)sigue siendo el protagonista para adaptarse a la perfección tanto en asfalto como en caminos de tierra. ?stos refuerzan su flexibilidad y su agarre.
En definitiva, la Brooks Ghost 9 no es lo que, a primera vista, aparenta ser. A pesar de su alto drop, el modelo cuenta con una gran flexibilidad y un apoyo óptimo. Es una zapatilla de running apta para todo perfil de corridor, desde el principiante hasta el experimentado, y que se la pueden calzar corredores de pesos medios y alto. Además, la Ghost 9 también destaca por su gran durabilidad y versatilidad.
Brooks Ghost 9